Con un estilo tranquilo, libre y hípster, Magó Pastelería quiere diferenciarse de su competencia y alejarse del concepto tan arraigado en el mundo culinario de “la sazón de la abuela”. Por ello, el emprendimiento está enfocado en ofrecer una variedad de postres innovadores y contar historias en sus redes sociales que le ayuden a identificarse con la gente joven de Chiclayo.
Tras 6 meses de mucho trabajo, la marca se encuentra más consolidada y con las ideas claras. Cuenta con clientes fijos, tiene ventas semanales y ha logrado aliarse con un restaurante de la ciudad para proveerle postres. Para Magó, lo importante es que la marca se expanda y despegue y no tanto los productos.
Repostería: el rubro perfecto
Detrás de Magó Pastelería se encuentran Rodrigo Saenz, Alejandro Saenz y Edwin Milian, 3 jóvenes muy talentosos y con muchos proyectos en mente. En una entrevista con El Chira Emprende, Rodrigo nos contó que siempre han querido tener un emprendimiento y vieron en la gastronomía una gran oportunidad.
Gracias al conocimiento de Alejandro como estudiante de gastronomía y su experiencia trabajando en el sector, decidieron especializarse en la repostería. “Nos dimos cuenta de que con una pastelería se usan pocas cantidades, necesitamos menos personal y el tiempo y las ganancias se ajustan a nuestras necesidades y proyectos personales”, indicó Rodrigo.
En el camino de hacer realidad esta idea, recibieron algunos comentarios negativos como “tener un emprendimiento requiere dejar de lado tus sueños”. Sin embargo, Rodrigo, Alejandro y Edwin decidieron probarles lo contrario y luego de algunos pedidos de familiares, amigos y conocidos, lanzaron su pastelería oficialmente el 07 de diciembre del 2020.
Algunos de los postres que se pueden encontrar en la carta son: torta de chocolate, 3 leches clásica y 3 leches de nutella, red velvet, carrot cake, esfera de chocolate (hecha a base de mousse de chocolate amargo y rellena de frambuesas), cheesecake, tiramisú, trufas y alfajores rellenos de lúcuma, café y manjarblanco. Adicionalmente, ofrecen comidas saladas como empanadas de carne, pollo y vegetarianas.
Hasta la fecha, el mejor momento de Magó Pastelería fue cuando iniciaron y el Día de la Madre. En esta última fecha, especialmente, Rodrigo recuerda que tuvieron largas jornadas de trabajo antes, durante y después del día. En total, calcula haber recibido y entrega entre 25 a 30 pedidos.
Planes a futuro
A corto plazo, Rodrigo, Alejandro y Edwin quieren hacer de Magó Pastelería una marca más reconocida. Esperan pronto terminar de segmentar a los clientes y empezar a trabajar con influencers. Y, a largo plazo, quieren lanzar una línea más extensa de comidas saladas, abrir un local y llegar a otros países.
Algo que tienen muy presente los creadores del emprendimiento es que Magó se enfoca en vender la experiencia y no simplemente comida, como sucede en muchos restaurantes o negocios del rubro. En Magó, la única motivación es trabajar y conectar con el público.
