Muchas veces hemos escuchado que las cosas materiales no son lo más importante. Sin embargo, ¿qué pasa cuando ese objeto cuenta una historia? “En tu punto” es un claro ejemplo de ello. Este emprendimiento piurano dedicado a los bordados a mano, tiene como objetivo plasmar momentos o historias de una forma diferente, a la vez que promueve el arte.
Si bien entrega finalmente un producto, su razón de ser trasciende. “Trato de unir personas, narrando sus historias mediante el bordado. Todos soñamos con ser un granito de arena en la felicidad de las personas. Pues con este emprendimiento, soy un instrumento de las conexiones entre ellas”, explicó su fundadora Lisbeth Farfán Chávez.
Una marca que nació de casualidad
Lisbeth cuenta que nunca imaginó hacer algo grande con sus manos, menos aún empezar un emprendimiento. Era la época de las olimpiadas de su universidad y todas las facultades debían presentar un baile como parte de la competencia. A minutos de iniciar, una amiga acudió a ella para pedirle ayuda con su vestuario. A pesar de que no tenía muchos conocimientos, le cosió su traje y pudo concursar.
Desde ese momento, le quedó ‘el bichito’ de que era buena en ello. En sus vacaciones, se encargó de aprender todo lo que podía. Se inscribió a varios cursos online de bordado, compró materiales y dedicó su tiempo a practicar y seguir practicando este arte no tan común en Piura.
Para su creadora, desde un inicio significó un momento de relajo. Le enseñaba a sus amigas sus avances y compartía algunas fotos en sus redes sociales. No lo vio como una oportunidad de negocio hasta que poco a poco le llegaron pedidos. Con la llegada de la pandemia tuvo que detenerse, pero aprovechó para reflexionar sobre su emprendimiento. Creó de nuevo el concepto creativo y se encargó de contar con fotos más profesionales.
Con su imagen totalmente renovada y el cambio de nombre a “En tu punto”, se puso en marcha. Una característica que resalta Lisbeth en su negocio es la versatilidad, pues tiene la posibilidad de bordar sobre cualquier superficie. Actualmente, ofrece piezas en materiales ecológicos como la tela tocuyo que va apoyada en un bastidor. Además, hace diseños en almohadas, carteras y llaveros. Más adelante, espera trabajar con polos, fundas de computadoras, entre otros.
Conectando historias con hilos
“En tu punto” es para todos y prueba de ello es que realiza trabajos para cualquier persona y gusto. Ha bordado para parejas de enamorados, padres en sus aniversarios de boda y regalos para abuelitos o amigos.
Lograr conectar a 2 personas mediante el bordado es difícil, pero algo que ama Lisbeth. Su parte favorita es cuando le cuentan la historia que hay detrás de ese regalo y cuando escribe la tarjeta que lo acompaña porque le añade un poco de ella. No se conforma con redactar un pequeño agradecimiento, sino que lo personaliza, explicando qué significa cada punto y qué pensó mientras lo hacía.
Una de las experiencias más bonitas la tuvo este año. En mayo, un amigo le hizo un pedido para su abuela. Le contó que ella mantenía una foto de su difunto esposo, pero se encontraba en malas condiciones, por lo quería convertirla en un bordado. Lisbeth no dudó y se puso manos a la obra. Al recibir el detalle, la señora abrazó el bastidor, pronunció unas palabras de amor y lo posicionó cerca de su cama. Desde entonces no se separa de él.
Planes a futuro
Lisbeth agradece mucho el cariño del público y por ello trata de brindarles valor continuamente. Para el Día de la Mujer, por ejemplo, le envió una tarjeta a cada una de sus seguidoras que forman parte de la comunidad.
Después de algunos meses en el mercado, “En tu punto” se ha posicionado en Piura con un concepto que va más allá de lo material. Al preguntarle a su fundadora sobre el futuro de su emprendimiento, nos contesta que “tiene para rato porque cuenta historias y siempre van a haber”.
