«Lo que llevas es la manera de presentarte al mundo, sobre todo en la actualidad, cuando los contactos humanos son tan efímeros. La moda es un lenguaje instantáneo» dijo una vez Miuccia Prada. Esta última frase la entendieron muy bien María Claudia y María Pia Zambrano, dos hermanas dueñas de su propia marca de ropa, Kiz. Esta tienda online tiene un objetivo claro: que las chicas siempre estén vestidas a la moda con prendas de buena calidad y a precios accesibles.
Este emprendimiento con base en Sullana fue creado por mujeres y está dirigido a ellas, principalmente jóvenes universitarias. Es por ello que se enfocan en brindar prendas para cada estilo: casual, formal, comfy, sport elegante, etc. El éxito que han tenido hasta el momento se ha extendido a todo el Perú, recibiendo pedidos de Piura, Trujillo, Chiclayo, Ica, Lima, entre otras ciudades.
Arriesgando
María Pia y María Claudia cuentan que para escoger las prendas que lanzarán, analizan mucho el mercado por redes sociales y la ropa que visten las personas en la calle. Sin embargo, al ser la moda algo voluble y cambiante, siempre tienen que tomar riesgos. “Normalmente viajamos a Lima a elegir las prendas y arriesgamos. Visitamos a nuestros proveedores y en cada ida buscamos nuevos para traer siempre diferentes modelos”, indican.
Además, reciben ayuda de una persona que reside en Lima. Una de las grandes ventajas de la tecnología es que puedes estar en un lugar virtualmente. Mientras esta chica recorre las distintas tiendas, desde Sullana se encuentran ambas hermanas conectadas a través de una videollamada. “Antes de la pandemia, viajábamos de manera mensual, pero ahora hacemos las compras semanalmente con esta persona. Ella nos muestra la ropa y nosotras decidimos qué colores, tallas y la cantidad que queremos”, explican.
Un rasgo diferencial de Kiz es que siempre tiene un stock limitado. Sus creadoras traen un máximo de 3 colores por modelo con el fin de que sus clientas se sientan únicas y no se encuentren con alguien que está vestida de la misma forma.
Una vez que tienen en sus manos las prendas y las han revisado y organizado, las publican en sus historias. Es cuestión de horas antes de que se agoten. Un plus que ofrecen como parte de su servicio es el asesoramiento a clientas conocidas y la posibilidad de que las chicas que estén interesadas puedan ir a probarse la ropa a la casa de ambas.
Un negocio familiar
Dicen que trabajar con la familia es aún más difícil que con personas externas, ¿será verdad? Pues para María Claudia y María Pia es todo lo contrario. En sus palabras, “se complementan”. Cuando es hora de comprar, la menor de las hermanas (Maria Pía) saca a relucir su lado emocional, sobre todo su amor por la moda, tanto que a veces quiere llevarse “toda la tienda”. En ese momento aparece María Claudia que se ciñe al presupuesto y analiza qué puede ir y qué no.
En el resto de funciones, la organización y división de tareas es clave. La primera se encarga de organizar las prendas y atender los mensajes de las redes sociales y la segunda maneja la parte financiera y audiovisual de Kiz. En cuanto a la imagen de la marca y el marketing, ambas reciben ayuda de Maricarmen, su hermana mayor.
Hasta la fecha ambas están agradecidas por el cariño de la gente, pues la publicidad boca a boca ha sido un gran apoyo. La pandemia no fue un impedimento para ellas, sino que la aprovecharon para llegar a nuevos públicos y con prendas variadas. Pasaron de tener 670 seguidores antes de la emergencia sanitaria a contar con más de 2000 y todo de forma orgánica.
Algo que rescata María Claudia es que varias de sus clientas son las mismas de cuando empezaron hace 5 años. “Hay chicas que hemos acompañado en muchas etapas, las conocimos cuando estaban en la universidad, luego se enamoraron, formaron familias y ahora son mamás. Y nosotras las acompañamos en todos sus estilos”, comenta alegre.
Por otro lado, María Pía está orgullosa de que Kiz sea la primera opción de marca de ropa de su círculo de amigas y cada vez de más personas. “Un día salí con mis amigas y vi que todas estaban usando una prenda Kiz. El otro día paseaba por la calle y una chica nos reconoció por nuestra marca. Entonces se está posicionando en la mente de nuestras clientas”, relata.
Seguir con la modalidad virtual
¿Planes a futuro? Quieren hacer el rebranding de su marca y continuar vendiendo bajo la modalidad virtual, pues les está yendo muy bien con ella. Además, planean potenciar uno de sus servicios: la venta al por mayor para otros emprendimientos. Actualmente Kiz es proveedor de 2 chicas que se dedican al mismo rubro en Piura y Talara, y desean aprovechar este nuevo mercado.
Si tuviera que destacar una característica de ambas sería la perseverancia. Detrás de cada historia, publicación o venta lograda, hay mucho esfuerzo e incertidumbre. Han tenido que arriesgar al comprar cada prenda, confiar en los proveedores que solo conocen por videollamada, invertir grandes montos, aprender a tratar a los clientes, etc. Y a pesar de todo, ellas siguen esforzándose por innovar, sorprender a sus clientas y mejorar su servicio. Adelantan que Kiz siempre estará presente en sus vidas. Como ellas dicen “Kiz en las buenas y en las malas”.
