Las inversiones, las finanzas y el mundo de los negocios en general es un mercado que requiere de profesionales capaces de saber la estrategia y apuntar a ella a la perfección.
Y es pues que la coyuntura y las prospecciones afectan a algo vital para los ciudadanos: su dinero. Es así que si te dedicas a esto debes hacerlo con total profesionalismo y dándole en el clavo a lo que las personas esperan.
Ejemplo de quien hace esto es Roberto Guerrero Vargas, quien a sus tan solo 29 años de edad se ha consolidado en Piura como uno de los traders (comerciante en el mercado Forex) más capacitados de la región.
Roberto Guerrero es dueño de Blue Lock Investment o candado azul en español. La idea de este nombre se inspiró en el aplicativo que usan para comerciar en los mercados.
Desde hace cerca de 8 años se actualiza y educa para mejorar y, como se menciona líneas arriba, estar a la altura, e incluso más, de lo que sus clientes le piden.
Actualmente es dueño de Blue Lock Investment o candado azul en español. La idea de este nombre se inspiró en el aplicativo que usan para comerciar en los mercados, “aparte de ser seguro, cada vez que salimos positivos en nuestro periodo el aplicativo se torna de color azul”, asegura Guerrero.
En Blue Lock Investment educan y dan a conocer las diferentes formas que existen para rentabilizar el dinero en el mercado bursátil. “Contamos con el servicio de asesoría financiera y educamos para que uno mismo pueda transar en el mercado financiero”, agrega el trader.
En Blue Lock Investment educan y dan a conocer las diferentes formas que existen para rentabilizar el dinero en el mercado bursátil.
En el 2014 cuando surgió la idea de crear este negocio, aunque, como admite, fue de forma un poco loca. “En una noche muy triste me puse a buscar en Google cómo hacerme millonario. Entonces encontré 4 opciones y la que me llamó más la atención fue comprar y vender acciones”.
Como comenta, siempre quiso incursionar en este mercado, pero sus padres le insistían que solo podría hacerlo con una gran cantidad de dinero. Tomó 10 dólares y empezó. No obstante, no fue hasta el 2020 cuando se puso en marcha el negocio.
Al inicio solo eran una firma de asesoría muy familiar con capital personal, pero dada la necesidad de las personas de buscar otras formas de generar ingresos desde sus casas es que apuntaron a más. Aunque, los inicios, como en la mayoría de emprendimientos, no fueron muy buenos pues, como asegura el emprendedor, “pocos creen en una persona que no tiene carrera universitaria”.
Al inicio solo eran una firma de asesoría muy familiar con capital personal, pero dada la necesidad de las personas de buscar otras formas de generar ingresos desde sus casas es que apuntaron a más.
Por eso tomó el riesgo de ofrecer algo que era imposible para la banca tradicional de conseguir. Y al lograrlo despegaron. Es así como en los primeros meses de trabajo Roberto y Josekarlo Salgado, el subgerente de Blue Lock Investment, con mucho esfuerzo y dedicación alcanzaron su meta. Luego, en los seis meses después vieron resultados satisfactorios que los motivaron a seguir adelante.
Cabe destacar que el camino está lleno de baches u obstáculos de diferentes índole. En el caso de Blue Lock Investment el reto estuvo en encontrar a su primer cliente, lo cual les tomó cerca de casi cuatro meses. Además, al ser una empresa que se mueve mucho con la coyuntura, el miedo por una tercera guerra mundial hizo alertar a todos los clientes.
“Pero al estar bien informados, nos protegimos con recursos de valor en los mercados como el oro y bitcoin”, manifiesta Guerrero.
Luego de casi 8 meses de labor los clientes empezaron a llegar, primero por curiosidad, y luego firmando contrato cada semana.
Por su parte, los clientes seguían creciendo en base al boca a boca y la buena publicidad entre conocidos. Ellos reconocían en Blue Lock Investment la empresa en donde pueden conseguir una rentabilidad más fuerte que en otros lugares y donde además aprenden con todas las capacitaciones que brinda la empresa.
En esta línea es que luego de casi 8 meses de labor los clientes empezaron a llegar, primero por curiosidad, y luego firmando contrato cada semana. “Y eso fue a finales de 2021”, remarca Guerrero. De tener de 1 a 2 clientes al mes ahora ya cuentan con 7 a 10 clientes mensuales.
En cuanto a sus planes, esperan sentar bases en el norte (Chiclayo) para seguir expandiéndose a Lima y fuera de Perú en Miami. “Si todo sale bien los próximos días quizás crucemos el charco y estemos en Singapur”, concluye.
