Tatá Rooftop: “El mejor restaurant de Ica que brinda una experiencia única a sus clientes”

Por Redacción El Chira Emprende

Eduardo Uribe Gomez tiene 29 años y es chef de profesión, formado en España. Tras realizar sus estudios en dicho país, retornó a su ciudad natal, Ica con un único objetivo: crear la experiencia Tatá Rooftop.

“Yo estudié en España y regresé a Perú con una meta que es promover la gastronomía local, de mi ciudad Ica, entonces la idea era crear una experiencia nueva y única, y esa fue una de las mayores motivaciones para ejecutar todo el restaurante en sí”, indicó.

Y es que “para mí, emprender es iniciar cualquier tipo de proyecto, puede ser un negocio u emprendimiento en el cual, si o sí tendrás que enfrentar adversidades y dificultades”, afirmó Eduardo.

Tatá Rooftop

A los 27 años, Eduardo Uribe Gomez decide crear Tatá Rooftop

La fundación de Tatá Rooftop

Con 27 años de edad, y tras su retorno a Ica, Eduardo decide emprender justo en el 2021, en plena pandemia.

En dicho año, él decidió lanzarse y fundar su restaurante, con todos los conocimientos que había adquirido y el apoyo incondicional de su familia.

“Yo emprendí en 2021, en plena pandemia. Justamente, cuando lo que más se buscaba y requería eran lugares bien ventilados para evitar el contagio de la COVID-19, de esta forma iniciamos la primera semana de mayo de ese año”, recordó Eduardo.

Y claro, como todo emprendimiento que inicia de cero, su familia fue la que lo apoyó incondicionalmente.

“Mis padres y mis hermanos fueron una parte muy importante para emprender”, sostuvo.

Lo que Eduardo tenía en mente, es poder volcar todo su conocimiento en gastronomía aprendido en España para brindar más que buena comida, una experiencia completa.

“Soy cocinero de profesión, llevo cocinando desde los 17 años y mi principal objetivo era darles a los clientes, una experiencia única. Para mí, la combinación de experiencias que debería dar un restaurante es:  buena comida, excelente servicio y buen ambiente; entonces quería brindar los tres factores”, continuó.

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Está ubicado en la terraza del 4to piso del MC Hotel de Ica

Obstáculos

Como todo emprendimiento, él sabía que tenía que enfrentar obstáculos y así fue, se presentaron al inicio y se siguen presentando, pero siempre los ha superado todos.

“Nosotros teníamos dos obstáculos: primero, al ser un rooftop dentro de un hotel, no contamos con un letrero afuera y aparte implementar todo el lugar de arriba, es complicadito. Entonces tuvimos que subir cosas con una grúa, cosas pesadas como decoración de granito, ladrillos para el horno de leña, el kamado, digamos la puesta en escena del lugar fue el desafío que tuvimos en ese entonces”, manifestó.

“Y ahora, en la puesta en marcha, digamos que es un poquito el clima, pues o bien te bendice o te maldice. Si un día puede estar soleado, puede haber un sunset muy hermoso, otro día puede haber un ‘Paracas’, nosotros le llamamos ‘Paracas’ aquí, a los vientos con arena, entonces, generalmente comienzan a media hora de aperturar y es todo un lío. En otras ocasiones nos enfrentamos a lluvias repentinas en pleno servicio que también es un lío”, añadió.

Clientes

“Al inicio por un tema más que todo de capacidad de manejo, iniciamos con 18 a 20 personas, por cada servicio, solo servicio nocturno. Solo cenas, ahorita seguimos atendiendo solo cenas, salvo ocasiones especiales, pero en promedio atendemos unas 60 a 70 personas”, reveló.

Carta de Tatá Rooftop

“Siempre digo que somos un restaurant de brasas y ahumados, y siempre tratamos que en cada plato haya un guiño al fuego o al humo y para esto usamos nuestras dos herramientas principales, que son nuestro horno de leña y nuestro Kamado que es un asador-parrilla japonesa que tenemos”, contó.

Lo que diferencia a Tatá de la competencia

Algo muy importante que subrayó Eduardo es que lo que diferencia a Tatá de su competencia, es la experiencia y combinación de los tres factores antes mencionados: buena comida, buen servicio y grandioso ambiente.

“Yo creo que el conjunto de la experiencia en sí, una carta única, con platos en su mayoría hechos por nosotros, por el equipo que tenemos; un servicio super amical, los chicos te explican la carta de manera que la puedas entender, porque hay platos que no son tan familiares para algunas personas. Hasta el ambiente, tú entras a Tatá y ves toda la vegetación, la madera, el fuego del horno de leña y lo mágico es que está en pleno centro de la ciudad. Subes a la terraza y piensas que estás en el campo, esa es la sensación que nosotros tratamos de irradiar”, dijo orgulloso Eduardo.

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Tatá Rooftop ofrece una experiencia única

El origen del nombre “Tatá”

Una de las cosas que se atrevió a comentar Eduardo es el por qué había elegido el nombre de “Tatá” para su emprendimiento.

“Tatá era como le decíamos a mi abuelo materno, era carpintero y me dio inspiración, porque en sí, su vida me parecía inspiradora, el trabajaba en un oficio tan noble como era la carpintería y mi abuela tenía en su techo, sus gallinitas, sus plantas, entonces va todo de la mano, las decoraciones de mi restaurante tienen bastante madera, las mesas de madera, bastante vegetación, incluso tenemos unas plantitas aromáticas, algunas hierbas, flores silvestres que también usamos en los platos, entonces es como un pequeño homenaje a mis abuelos”.

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Créditos: Tatá Rooftop

Anécdota en Tatá Rooftop

“Pasó algo gracioso, estábamos en pleno servicio a las 10 u 11 de la noche y me dice un mozo: Eduardo, una pareja se acaba de parar y se ha ido. Ya habían pagado, pero estaban muy molestos, yo pensé que era algo con la comida o la atención y dejaron esto en la mesa, continuó el mozo; abro la mano y eran dos anillos de matrimonio, yo no soy una persona supersticiosa, pero decían que te podían salar el negocio, pero bueno pasó el día y guardamos las alianzas. Al día siguiente llegó la pareja matándose de risa, diciendo que fue un error y les devolvimos las alianzas, fue algo muy gracioso”, rememoró Eduardo.

Una de las cosas que se atrevió a confesar Eduardo es que, si pudiera regresar en el tiempo, le diría al Eduardo que fundó su negocio que “tenga más confianza y que no tenga miedo en arriesgar, si es que confía en eso, si es que confía y sabe que es algo bueno, no solamente para el sino para las personas”.

Metas

A pesar de que Tatá tiene dos años de existencia, no tiene en el corto plazo, planes de expansión, pues la mira de Eduardo, está puesta en convertirse en un restaurante de destino elegido por todos los visitantes de otros países y de otras partes del Perú.

“No tenemos planes de expansión, pero si queremos llegar a más personas. Queremos convertirnos en un restaurante de destino, que la gente que venga de otras partes, venga también como a disfrutar de nosotros, a venir especialmente porque quieren comer aquí, porque quieran probar la experiencia que brinda Tatá Rooftop”, comentó.

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Créditos: Tatá Rooftop

Consejo a emprendedores

Eduardo sabe que un emprendimiento no se crea de la noche a la mañana, sino que, por el contrario, requiere esfuerzo, dedicación y planificación. Por ello aconsejó a todos aquellos que quieren emprender, pero que aún no se atreven.

“Creo que lo primero que les diría es que visualicen bien que es lo que quieren hacer con su emprendimiento, adónde quieren llegar y ya sabiendo eso, ya empezar a planear y decir: ok, ya se dónde llegar y ahora cómo voy a llegar ahí, es importante esa parte del planeamiento, porque van a haber casos, adversidades que pasan como la pandemia, protestas, etc., entonces son todas esas cosas que debemos prevenir”, aconsejó.

“Entonces yo les diría que tengan una visión de tu negocio, ya luego que planeen cómo hacer realidad esa visión”, finalizó.

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Créditos: Tatá Rooftop

CONTACTO

Ubicación de Tatá Rooftop

Rooftop 4to piso MC Hotel

Calle Cutervo 300-Urbanización San Isidro (a dos cuadras del señor de Luren)

WhatsApp: 960 932 467

Instagram: Tatarooftop

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