El veterinario de 59 años Marco Antonio Rabanal Diaz, es el dueño de Semillas Piuranas, una empresa dedicada a la producción de semillas de arroz, frijol y maíz certificadas; de alta calidad de grano, con gran poder germinativo y altos rendimientos en la producción.
Semillas Piuranas SAC se creó el 8 de julio del 2009 como una alternativa frente a la escasez de semilla certificada de calidad para los agricultores de la región Piura. No obstante, su historia se fue gestando desde hace muchos años antes.
En junio del 1989, Rabanal Diaz, su esposa y su hija mayor llegaron a Piura, exactamente al distrito de Catacaos. “Llegamos alrededor de las 7: 00 p.m. y luego de descender del ómnibus, nos robaron todas nuestras maletas, dejándonos solo con la ropa que teníamos puesta y un maletín de mi pequeña hija”, recuerda Rabanal.
Semillas Piuranas SAC se creó el 8 de julio del 2009 como una alternativa frente a la escasez de semilla certificada de calidad para los agricultores de la región Piura. No obstante, su historia se fue gestando desde hace muchos años antes.
El emprendedor solo pensaba en regresar a Cajamarca. Sin embargo, la familia que lo acogió en Catacaos los apoyó con ropa y demás cosas, pero no solo eso, sino que les daban aliento para que no se rindan.
Su esposa consiguió trabajo y él, mientras tanto, tocaba muchas puertas: Cooperativas, Ministerio de Agricultura, OMGS… y siempre la respuesta era la misma “Ya tenemos a un profesional, Doctor”.
Pasaron los meses y una empresa de alimentos balanceados denominada “PURINA” lo buscaron para que se encargue de vender su línea de productos que, en esa época, estaba en todo su apogeo. Le ofrecieron apoyo logístico y publicitario, entonces, el doctor aceptó, aunque sin mucha emoción pues él buscaba ejercer su profesión.
El crecimiento del negocio le permitió comprar un lote de terreno en el AA. HH Juan de Mori. Con eso construyó su casa y trasladó allí a su familia.
El primer día logró vender 45 Kg de purina equivalente a S/. 45.00. De inmediato publicó sus servicios profesionales a todas las especies de quienes compraban la purina.
Esto fue el punto de partida para el éxito, ya que, en menos de 3 meses, casi todas las amas de casa del distrito compraron en su local.
Por las tardes, Rabanal manejaba su bicicleta y visitaba los domicilios de los clientes para atender a todos sus animales. El negocio marchaba tan bien que llegó a vender de 8- 10 toneladas de comida balanceada a la semana (al por menor).
El crecimiento del negocio le permitió comprar un lote de terreno en el AA. HH Juan de Mori. Con eso construyó su casa y trasladó allí a su familia. Después de varios años y de haber fundado su segunda empresa “Agroveterinaria Rabanal” vio la oportunidad de producir semillas.
Instaló 3 Has. de semilleros. Su primera producción fue un éxito total. Todo se vendió y lo más importante y alentador es que aumentó su ganancia por el valor agregado que le dieron a esta parte de la cosecha.
En sus tiendas vendía semillas que adquiría desde Chiclayo y que no cumplían con el reglamento de semillas. Se preguntó por qué no podía él mismo producir semillas. Un buen amigo le ayudó a formar la empresa y un 9 de julio del 2009, nació SEMILLAS PIURANAS SAC con toda la formalidad y legalidad del caso.
Instaló 3 Has. de semilleros. Su primera producción fue un éxito total. Todo se vendió y lo más importante y alentador es que aumentó su ganancia por el valor agregado que le dieron a esta parte de la cosecha. Luego, decidieron producir semillas en todas las 10 Has. de la parcela del Puente Mocho con la variedad IR-43, que era la variedad sembrada en ese entonces.
Repitió la misma figura: adquirían la semilla categoría registrada en INIA VISTA FLORIDA LAMBAYEQUE para producir semilla de categoría CERTIFICADA, y esta producción era llevada a Sullana para ser procesada.
Entonces, Rabanal se planteó construir e implementar su propia planta de procesamiento de semillas. Buscó a los especialistas e inició todos los trámites legales para su funcionamiento.
Sin embargo, años después, CODESE PIURA dejó de funcionar y tuvieron que empezar a certificar con CODESE LAMBAYEQUE, entidad que contaba con su propia planta de acondicionamiento mejor equipada.
Aquí se presentaron nuevos inconvenientes, ya que todos los semilleristas de Lambayeque procesaban allí, lo que implicaba alto costo de tiempo que, muchas veces, significaba perder al cliente.
Entonces, Rabanal se planteó construir e implementar su propia planta de procesamiento de semillas. Buscó a los especialistas e inició todos los trámites legales para su funcionamiento.
A la fecha, cuentan con una planta con tecnología de punta para producir semilla de alta calidad en las fechas que se requiera. Esto les permite procesar la semilla, oportunamente, de acuerdo con la demanda del mercado.
El veterinario de 59 años Marco Antonio Rabanal Diaz, es el dueño de Semillas Piuranas, una empresa dedicada a la producción de semillas de arroz, frijol y maíz certificadas; de alta calidad de grano, con gran poder germinativo y altos rendimientos en la producción.
Actualmente, el área destinada a la producción de semilla alcanza las 120 Has. En la Campaña Grande, siembran arroz y, en la Campaña Chica maíz, arroz y frijol. Estos cultivos presentan distintas variedades.
En el caso del arroz comercializan IR-43, La Esperanza, La Capoteña, Fortaleza, Mallares, Puntilla, Tinajones y Colosal. En el caso del maíz ofrecen Megahíbrido INIA 619, Chuska, Marginal 28-T; y, en el caso del frijol: caupí vaina verde y caupí vaina blanca.
Entre sus planes a futuro esperan exportar su semilla de maíz y frijol a los países vecinos para lograr vender el producto a mejores precios.
“Para esto las redes sociales han constituido un factor muy importante pues nos ayudan a darnos a conocer en el país y el mundo”, finaliza el veterinario.
