Mirella García es una joven chiclayana de 23 años que encontró en una casualidad, su pasión. Con ganas, curiosidad y mucho esfuerzo construyó un emprendimiento dedicado a los detalles florales, decoración de eventos y la creación de bouquets para novias. Hoy en día su arte se expande a todo el país y cuenta con casi 6 mil seguidores en Instagram, su principal herramienta de trabajo.
Ella explica que todo empezó “sin querer”. Se encontraba en la sesión de fotos de una novia y le faltaba su ramo. Como era la única persona desocupada, le tocó armarlo a ella. Sin experiencia alguna en el rubro, hizo lo que pudo y terminó encantando a todos los asistentes. Poco tiempo después, uno de los proveedores de la producción fotográfica la recomendó a su primera novia y cliente oficial.
Un mes después creó las redes sociales y aunque al principio tuvo pocos clientes, no se rindió. En su segundo año, se involucró en varios proyectos en Lima y logró avanzar en el nicho de los bouquets. Cuando regresó a Chiclayo fue difícil seguir con su emprendimiento, pues no tenía contactos en el rubro. Sin embargo, poco a poco empezó a recibir pedidos.
El aislamiento social en el 2020 la ayudó a enfocarse en el concepto de su marca y potenciarlo. Tras meses cargados de estrés por la universidad y el trabajo, decidió darle la oportunidad a su amor por el arte y las manualidades.
Los bouquets de novias: su nicho de oro
En sus inicios, se enfocó únicamente en el mercado de los ramos de novias. “Aproximadamente los 10 primeros bouquets que armé fueron en base a prueba y error. Agradezco tener ese talento de ver algo, imaginarme cómo se arma y dejarlo tal cual”, sostiene Mirella. Hasta la fecha, calcula haber atendido a 200 novias.
Con la pandemia, pensó que habría una baja demanda, pero la situación la sorprendió. Para hacer una comparación, antes del COVID-19 entregaba 3 ramos para bodas distintas en un fin de semana, pero este año la cifra aumentó a 5. “Este año se ha casado mucha gente”, comenta riendo.
A mediados del año pasado decidió expandir sus servicios. Actualmente, además de los ramos, también prepara decoraciones para bodas íntimas, detalles y llaveros, todo inspirado en flores naturales y secas. Gracias a la originalidad de las últimas, ha podido enviar su trabajo a otras ciudades del país.
Instagram su mejor aliado
Para Mirella, Instagram ha sido y es su mejor aliado. “El 98% de mi trabajo lo consigo por esa red social. Como lo que hago es muy visual, es perfecto porque sirve como un catálogo donde la gente puede verlo”, indica.
Antes de entregar cualquier pedido, Mirella tiene que aprobarlo. Si no le gusta cómo va quedando o el resultado final, no duda en desarmalo y empezar de cero. Se describe a sí misma como perfeccionista y no se disculpa por ello, pues es lo que la ayudó a llegar adonde está.
Un aspecto que predomina en todos sus trabajos es su estilo suelto, asimétrico, distinto. Procura que todos sus detalles tengan un lado que sobresalga, que “no sea una pelota con todos los ángulos iguales”.
A pesar de que el inicio fue inesperado, no se imagina su vida sin su marca. Quiere expandirse y dedicarse más a la decoración de hogares, arreglos flores e innovar en más detalles personalizados que no necesariamente estén ligados a las flores. Espera seguir alegrando a sus clientes y ser recordada por su trabajo único.
