Mejilla Rosa es una tienda online que ofrece al público femenino ropa y accesorios en tendencia. ¿Su objetivo? Sarita Rivas Santos nos cuenta que su meta es representar a la mujer empoderada que ama su estilo propio y que, como todas, “se sonroja cuando recibe un halago por sus logros obtenidos”. De ahí el nombre del emprendimiento.
Sarita reside en Catacaos, pero aprovecha las ventajas de la virtualidad para posicionar sus productos en todo el Perú. Mejilla Rosa realiza entregas en Piura y Catacaos, y envíos a provincias.
Gracias a su profesión como confeccionista textil, no solo conoce muy de cerca las telas y estilos que mejor funcionan, sino que ha podido crear piezas propias. “Contamos con un taller que nos permite confeccionar algunas prendas de nuestra línea exclusiva”, sostiene orgullosa Sarita.
El inicio de Mejilla Rosa
Esta emprendedora relata que su idea de negocio nace a raíz de la necesidad de generar ingresos para su familia en tiempos de pandemia, ya que muchos integrantes se quedaron sin trabajo.
Empezó un día vendiendo ropa por internet. Como quería ofrecer ropa para niños, creó una página. Sin embargo, no le dio los resultados esperados, pues era muy complicado traer prendas en distintas tallas para un público tan variado como el de niños y, sobre todo, con poco capital.
Así que replanteó su idea y comenzó de nuevo, esta vez con unas faldas para dama que le gustaron y le parecieron únicas para su localidad. Trabajó bajo la modalidad de pedidos con un capital prestado. “Y como todo lo que empieza, tuvo sus contras. Había clientes que pedían y a veces no recogían su producto o no contestaban los mensajes”, nos confiesa.
Lejos de detenerla, la motivó a seguir creciendo. Volvió a ofrecer las prendas y, esta vez, sí logró concretar las ventas. Se desempeñó así hasta que un día su cuñada la animó a crear su página en las redes sociales. El 18 de septiembre del 2020 lanzó oficialmente mejilla Rosa.
Emprendedora y madre
Entre las principales dificultades que afrontó la fundadora de Mejilla Rosa se encuentra el ganarse la confianza de los clientes y organizar su tiempo para dedicarse a sus 3 niños.
“Fue una época ardua. A veces era estresante porque tenía que lidiar con los pedidos, ver las horas de entrega, contestar los mensajes y, a la vez, atender cosas de mi hogar. Lo gratificante es que sabes que vas creciendo”, reflexiona.
Si algo resalta de Mejilla Rosa es la amabilidad con la que se trata a cada uno de los clientes, así como la oferta de modelos exclusivos en la localidad.
Con el tiempo ha conseguido tener clientes fijos y audiencia en su página de Facebook. A diferencia de meses anteriores, ahora el público es quien busca su perfil y toda la comunicación se canaliza por ese medio. A futuro quiere posicionar su marca y abrir una tienda física.
Recomienda a todas las personas que quieren iniciar un negocio a dar ese primer paso, aunque sea con poco capital. “De a poquitos vayan haciendo sus metas realidad. Cuesta al principio, pero no hay que rendirse”, concluye.
