Fernanda Mogollón Gallo (25) describe a Fascinarte no como una tienda de detalles, sino como un emprendimiento que regala felicidad. “No es solo una tienda de regalos, no vende productos. Nuestro objetivo es sorprender a la persona y regalar felicidad”, explica la fundadora.
Ella trabaja con 3 líneas de productos. Por un lado, ofrece tazas personalizadas diseñadas por 3 grandes artistas peruanos: Camila Arévalo, Carlos Guerrero, Arturo Grados y Milagros Oliviera. Por otro lado, prepara arreglos florales y bouquets para novias. Y, por último, pero no menos importante, se encarga de preparar desayunos y boxes para sus clientes.
En una entrevista con El Chira Emprende, Fernanda nos confiesa que nunca imaginó que Fascinarte llegaría a tener el éxito que tiene hoy en día. En el 2020, fue invitada a la Feria Mercado Verde, ubicada en el Parque de la Amistad en Surco (Lima) y este año se estrenó participando en un evento organizado por la Plaza del Sol en Piura.
El inicio de esta historia
La fundadora de este emprendimiento piurano cuenta que la idea surgió cuando se encontraba en cuarto año de secundaria. Fernanda era muy hábil para las manualidades y un día hace 11 años recibió un pedido de una amiga que consistía en elaborar una tarjeta para su enamorado.
El resultado fue un éxito y pronto otras personas empezaron a contactarla y encargarle algunos detalles. En ese entonces no cobraba por su trabajo, sino que lo hacía “por amor al arte” y así fue hasta que le aconsejaron verlo como una oportunidad de negocio.
En el 2012 se dedicó a preparar más sorpresas y cuando ingresó a la universidad, ya tenía una cartera de clientes. Un aliado en ese momento fue la publicidad boca a boca.
“Nunca pensé tener tantos pedidos. Recuerdo que en el 2014 mis viajes a la universidad eran sobre todo para entregar detalles, ya sean tarjetas o cajas. Pensé: debería darle más peso a esto”, indicó.
Con las clases y los exámenes finales en paralelo, fue complicado seguir con su emprendimiento, pero con organización lo logró. En 2015 creó el perfil en Facebook e Instagram de Fascinarte y decidió inscribirla en la Sunat. Desde ahí, ella cuenta que su trabajo ha sido de mucha satisfacción porque “uno realmente reparte felicidad”.
Comenta que las sorpresas que prepara son 100% personalizadas, no hay un formato o diseño estándar. Es por ello que la atención con cada cliente es fundamental. Recuerda que al inicio se reunía con cada persona en un local durante 30 minutos para recabar toda la información necesaria para preparar el detalle. Ahora, debido al COVID-19, la conversación se mantiene por WhatsApp.
Al día puede tener entre 3 a 8 pedidos. Sin embargo, en fechas especiales como San Valentín, Día de la Mujer y Día de la Madre la cifra aumenta considerablemente. Solo por poner un ejemplo, la Navidad pasada recibió un total de 257 pedidos solo en tazas.
Al preguntarle cuánto demora la preparación de un detalle, Fernanda indica que la línea más exigente es justamente la de tazas porque depende del artista que tiene que crear el diseño, luego digitalizarlo y adaptarlo al tamaño exacto del producto. Por ello, pide que el cliente haga el pedido con un mínimo de 12 horas de anticipación.
¿Cuál es el estilo de Fascinarte?
El estilo de la marca es flexible ya que pueden trabajar diversas temáticas, pero principalmente manejan 3: una floral, otra referente al empoderamiento de la mujer y la autoestima (salud mental, amor propio, etc) y la última que guarda relación con la cultura popular (caricaturas, cómics, series, películas).
Hoy en día, el mercado es bastante competitivo. Existen muchas florerías, tiendas de detalles y empresas dedicadas a la sublimación de tazas. “La clave está en innovar y buscar cosas que no se hagan acá”, explica. En ese sentido, planea lanzar una línea de tazas transparentes y en un mediano o largo plazo, abrir su primera tienda física.
Si bien muchas veces se ha visto abrumada por la cantidad de cosas que tiene que hacer y ha querido dejarlo todo, no lo ha hecho porque ama lo que hace. “Hay más cobardía en dejar algo que en mantenerlo”, sostiene. Para ella Fascinarte es su hijo porque lo ha visto crecer.
Haciendo una comparación con sus inicios, su emprendimiento ha dado un salto abismal. “No es un crecimiento solo a nivel de cartera de clientes y pedidos, sino que ha sido una evolución muy bonita a nivel personal ya que he aprendido muchísimo”.
