En un mercado nuevo para Perú, pero cada vez más competitivo como es el de los cases personalizados, Ela in Mars irrumpe con diseños únicos y a precios accesibles. Su fundadora, Gabriela Sinti García (23), nos cuenta que tuvo la idea el año pasado gracias a la plataforma Tik Tok, pero su emprendimiento vio la luz a comienzos de este año.
Para ella, más que ser una forma de generar ingresos, Ela in Mars es un espacio donde puede relajarse mientras hace lo que ama. El mismo nombre hace referencia a ello. “Se llama así porque cuando pinto es como si me fuera a otro mundo o planeta”.
Una idea salida de una app
El año pasado, cuando todos los peruanos estaban en cuarentena, el boom de Tik Tok llegó a los hogares. A pesar de que es una aplicación dedicada al entretenimiento, para muchos fue una ventana para mostrar sus trabajos y para otros una fuente de inspiración que sirvió para empezar un negocio.
Este fue el caso de Gabriela con Ela in Mars. Mientras navegaba por la aplicación, encontró a varias chicas mexicanas que pintaban sobre cases de celulares. Se le vino a la mente la idea de incursionar en este rubro porque siempre le había gustado dibujar y pintar.
A pesar de que al principio tuvo dudas por falta de tiempo y no saber nada sobre los materiales, se animó a aprender. Se capacitó con una experta en resina, líquido transparente que da un acabado similar al vidrio.
Compró resina y empezó a probar cómo quedaba encima de la pintura. El primer case que pintó fue el de su mamá y con un diseño de flores. El segundo que hizo fue para su enamorado en febrero de este año y un mes después siguió practicando con el de sus amigos.
Para abril ya había elaborado varios trabajos, así que decidió lanzarse y crear su perfil en Instagram. Hasta la fecha ha entregado 76 pedidos.
Proceso de creación
Gabriela explica que demora una semana o una semana y media para terminar un pedido, si tiene el case en stock.
Una vez que ya tiene la superficie donde pintar y la información sobre el diseño, proporcionada por el cliente, usa Photoshop para crear la plantilla de cómo se vería el acabado. Cuando esta es aprobada, procede a imprimirlo en una hoja bond para calcular el espacio. De ahí viene el pintado y el aplicado de la resina que toma entre uno a dos días secar.
La parte favorita de Gabriela definitivamente es pintar sobre los cases. En este proceso, trata de acompañarse de una serie y su buen humor. Su objetivo es que su trabajo le guste a ella y, sobre todo, al público.
Antes de Ela in Mars nunca había tomado clases de pintura, trabajado con acrílicos o usado pinceles tan delgados. Para ella, cada dibujo es una enseñanza. “A comparación de los primeros cases personalizados, ahora los hago mucho mejor. Los retratos tienen más detalles”, indica.
Respecto a la competencia, trata de no compararse con otros emprendimientos que están surgiendo. Valora el suyo y mira al resto únicamente para inspirarse.
Con precios entre S/38 a s/50, este emprendimiento de Lima busca ser una opción diferente y, sobre todo, accesible, para aquellos que buscan regalar a otras personas o a sí mismos arte, pero en formato bolsillo.
En el futuro, le gustaría potenciar su marca, pero sin dejar de lado su principal trabajo. “Estoy creciendo profesionalmente. Mi trabajo también me gusta y me ayuda a generar ingresos para Ela in Mars, así que me gustaría seguir con los 2”, reflexiona.
A pesar de que fueron tiempos difíciles, la pandemia llevó a Gabriela a crear Ela in Mars, su propio refugio. Un lugar en el que se desconecta de este mundo para viajar a otros o, en este caso, a Marte.
