En un cuarto pequeño que simulaba un garaje ubicado en Villa María del Triunfo nació hace 6 años “El garaje de papel”. Esta “tienda literaria”, como la describe su fundadora, Andrea Mendoza Vallejo (27), ofrece al público peruano arte inspirado en libros, mangas, en la vida cotidiana y en lo minimalista.
Desde señaladores magnéticos para libros hasta las tan ansiadas cajas literarias –que pueden incluir velas, pines, polos, tazas, planners, stickers e ilustraciones bajo una sola temática-, esta marca trata de conectar a los lectores con sus obras favoritas al representar una historia inolvidable y personajes entrañables.
“En un principio, el propósito de mi emprendimiento era formar un lugar donde pueda compartir lo que me apasiona que son los libros y el arte; mostrar mis diseños. Sigue siendo eso, pero ahora se ha formado una comunidad tan bonita que siento que ‘El garaje de papel’ es mi segundo hogar”, nos cuenta Andrea.
Ingresando al mundo literario
El amor de Andrea por los libros empezó al terminar el colegio. Era 2016, cursaba una carrera técnica y en sus ratos libres se dedicaba a devorar sus libros. Decidió que quería sumergirse más en el mundo literario, así que creó su canal de YouTube. Durante ese tiempo subió vídeos, conoció personas con los mismos intereses y tuvo la oportunidad de participar en ferias de libros, por ejemplo, como panelista.
El propósito de mi emprendimiento era formar un lugar donde pueda compartir lo que me apasiona que son los libros y el arte. Sigue siendo eso, pero ahora se ha formado una comunidad tan bonita que siento que ‘El garaje de papel’ es mi segundo hogar»
A medida que fue conociendo a más lectores y formando parte de comunidades o grupos literarios, fue descubriendo que lo que más buscaban las personas eran separadores imantados. Navegando por internet, se encontró con algunos que eran elaborados en otros países, así que se le ocurrió idear uno propio.
El primero que hizo fue basado en el personaje América de la saga La Selección. La producción fue simple: el diseño lo hizo en Corel Draw desde su computadora y lo imprimió en cartulina. Lo subió a sus redes y recibió comentarios de amigos y conocidos que le preguntaban dónde lo había conseguido o incluso le hacían pedidos.
“Me escribían ‘¿puedes hacer de tal personaje?’ Ahí nació el hecho de querer hacer los marcadores magnéticos que se convirtieron en el producto estrella de ‘El garaje de papel’. En ese entonces no veía a nadie más hacerlo”, sostiene.
Empezó a dibujar y diseñar a personajes de libros que estaban de moda como Percy Jackson, La selección, 50 Sombras de Grey, etc. Aceptaba pedidos de vez en cuando, pero aún no lo veía como un negocio. Pasaron los años y llegó la pandemia.
Llevando su arte al siguiente nivel
Al tener más tiempo libre, decidió invertirlo en su emprendimiento. Se animó a crear su perfil de Instagram e investigar qué plataforma podía usar para vender sus productos. Al poco tiempo ya tenía su e-commerce.
En casi 2 años, ha logrado formar una comunidad de aproximadamente 3 mil seguidores. “Me sorprende que haya sido bastante rápido. Jamás imaginé que mi página tuviera el reconocimiento que tiene ahora, la aceptación y las ventas. Las personas valoran el arte que hay detrás. Cada vez que lanzo un nuevo diseño de señalador u otro producto, se agota”, indica.
Para Andrea, si la ‘tiendita’ ha crecido es gracias a la comunidad. Y una manera concreta de agradecerle es tomando en cuenta las sugerencias. En las historias de Instagram lanza preguntas como por ejemplo qué libros o personajes quieren -los seguidores- ver plasmados en los productos o qué objetos de papelería les gustaría adquirir.
Al tratar de consentir a sus seguidores, le ha tocado crear diseños de libros o mangas que nunca ha leído. Para ello, ha sido clave las referencias que pueda encontrar en internet, pero más aún el apoyo de su comunidad para describirle cómo visualizan al personaje. Ella resalta la importancia que tiene involucrar a las personas en el proceso creativo de cada uno de sus productos.
Al mes recibe un total de 40 pedidos a través de su página web, su principal canal de ventas. A pesar de que la mayoría proviene de Lima, la demanda en provincia ha incrementado en el último año. Actualmente representa un 25% del total.
Los diseños también han llamado la atención del mercado internacional como es el caso de España. Debido al gran interés, ha empezado a buscar empresas o agencias que hagan envíos a otros países para cotizar los precios.
Se siente honrada con la aceptación que ha tenido la marca desde sus inicios. A futuro piensa seguir con sus diseños inspirados en la literatura y en lo cotidiano, y ponerle más énfasis a su arte minimalista.
