Coral Designs es una marca peruana dedicada a la elaboración de amigurumis y otros detalles tejidos. Nació durante la pandemia como una distracción para Yesenia Huerta Ramírez (32) y su madre Coti Ramírez, pero con el tiempo se convirtió en parte de sus vidas.
Hoy en día, reciben entre 5 a 10 pedidos a la semana, han actualizado su packaging, integrado a más personas a su equipo de trabajo y su perfil en Instagram ya cuenta con aproximadamente 8 mil seguidores.
De acuerdo con Yesenia, el mayor reto ha sido mostrar que un producto tejido a mano tiene el mismo valor o incluso más que aquellos fabricados en cantidades y vendidos en los grandes retails.
“No le dan tanta importancia porque es algo tejido o no es una marca conocida. El producto cuesta porque no se hace en una hora, sino en 2 días (en el mejor de los casos). El trabajo manual toma su tiempo”, señala.
El empuje de la pandemia
Coral Designs nació en abril del 2020, cuando aún regía el estado de aislamiento social. Yesenia trabajaba con su esposo administrando una empresa familiar, pero tuvieron que cerrarla por algunos meses debido a la crisis sanitaria. En su tiempo libre empezó a ayudar a su madre, una amante de las manualidades y profesora de crochet, a vender los tejidos que elaboraba.
“Nació como una distracción, una actividad para poder relajarse. Dije: vamos a ver cómo va. Así que me lancé”, indica y añade que la pandemia le dio ese empuje que necesitaba para prestarle más atención a Coral.
Gracias al apoyo de un influencer, Coral Designs pudo llegar a muchas más personas, ya que hasta ese momento solo rondaba entre amigos y familiares de Yesenia, Coti y Yeny Ramírez, quien se había unido al equipo.
“Fue una vitrina para mostrarnos”, acota Yesenia. Con más personas interesadas en el emprendimiento, se dedicó a investigar cómo postear en Instagram, cómo hacer fotos o qué tipo de contenido subir en la plataforma.
Poco a poco se fue notando el crecimiento de Coral. Ya contaba con pedidos semanales, un courrier que la apoyaba y podía planear las colecciones que lanzaría en fechas especiales. Para ese momento, ya había dejado de ser un pasatiempo más. Yesenia estaba dispuesta a ‘darle con todo’.
Coral para todos
La clave del éxito para esta marca limeña fue innovar. “Fue importante no quedarse en lo mismo, buscar más allá, ver opciones. No nos quedamos en hacer los conejos u osos de peluche, sino que empezamos a elaborar detalles personalizados y no solo a crochet. Lanzamos cuadros a madera y productos a vinyl”, comenta.
Para Yesenia, Coti y Yeny, Coral no solo es una página de amigurumis, sino un lugar donde puedes encontrar un detalle para cada ocasión y público. En este sentido, existen box para bebés, muñecos para niños, jóvenes y ancianos, llaveros, macetas y ramos de flores tejidas que se pueden regalar en un aniversario o cuadros perfectos para decorar un rincón del hogar. “Coral puede estar en un Día de los Enamorados, Día del Padre, un cumpleaños o Navidad”.
A futuro quieren tener una página web que indique a qué se dedica Coral y muestre algunos productos característicos de la marca que pueden conseguir, como es el caso de las muñecas Amaris y Cora, las primeras que lanzaron. Por lo pronto, Coral está decidido a seguir contando historias a través de sus tejidos.
