No cabe duda que la irrupción de la pandemia cambió el sistema de enseñanza en el Perú. La educación a distancia, desde marzo de 2020, se ha convertido en la mejor opción para continuar con las clases manteniendo las distancias y salvaguardando la salud de todas las personas.
Es así como el emigrar hacia una educación digital se ha convertido en todo un reto para los países, que, en su mayoría, no estaban preparados para este contexto.
En Perú este problema no es ajeno a la realidad. De acuerdo al INEI, solo 40,1% de los hogares en el país tenían internet hasta marzo de 2020. Si bien se deduce que a la fecha se ha dado un aumento de este acceso, el avance tiene visos de profundizar las brechas entre el sector urbano y rural.
Carlos Espinoza, coordinador de Colegio y Academia Premium señala que hay un “antes y un después” de la educación postcuarentena que permanecerá por más tiempo.
“Las clases antes de la pandemia se hacían utilizando el modelo clásico de enseñanza presencial, pero después del inicio de la pandemia, por las competencias adquiridas por los docentes y estudiantes en la educación virtual en todas sus formas, esta última modalidad se seguirá utilizando. Sobre todo, porque se cuenta con los medios tecnológicos requeridos”, sostiene.
Pero el tema va más allá. Abordar los retos que tiene el Perú en la educación digital es más complejo. Conlleva integrar el trabajo no solo de los alumnos, sino también de los padres y profesores.
“Los docentes se obligaron a adquirir competencias para el uso de las plataformas y metodologías virtuales con las que no se encontraban familiarizados. Adaptaron los procesos educativos, que incluyen metodología, reorganización curricular y diseño de materiales a nuevas plataformas de trabajo”, explica.
Añadió que, para el caso de los alumnos, dado que son nativos digitales, no les resultó difícil adecuarse a la educación virtual. Ellos mismos marcan su propio ritmo de trabajo, son más autónomos y son capaces de, a través de enlaces y referencias bibliográficas online, adquirir conocimientos, resolver ejercicios y consultar dudas.
No obstante, el acompañamiento del profesor Premium también es destacable pues son quienes preparan las clases en vivo y disponen de más tiempo para atender al alumno y darle seguimiento.
Es así como, en este contexto, la institución educativa Premium, en su pilar de educar con visión emprendedora siempre se ha preocupado por producir cambios en la enseñanza, los cuales permiten construir el mejor proyecto de vida para cada uno de los estudiantes.
Algunos de los cambios notorios fueron el mantener mayor comunicación con los padres, quienes asumieron un rol fundamental de “docente en casa”, incluir más capacitaciones a los docentes, adaptarse a plataformas digitales a la medida del alumno, uso de la plataforma zoom, mayor foco en las redes sociales (con el soporte de la agencia de marketing digital CREAAD) y el acceso a material especializado en Facebook, Instagram y YouTube.
“Ante la pandemia nuestra principal preocupación fue buscar las mejores estrategias tecnológicas para mejorar los aprendizajes de nuestros estudiantes”, manifiesta profesor Carlos Espinoza.
Haciendo uso de las herramientas adecuadas, las tecnologías de la educación y al profesional de psicología adecuado se potenció el aprendizaje de los estudiantes, desarrollando en ellos mayor autonomía, mejor comprensión de los contenidos y una mayor capacidad de investigación al tener a su disposición contenidos adicionales.
“Algo muy importante es que ha elevado su autoestima, sobre todo en aquellos estudiantes que no participaban o no se relacionaban con el docente o con sus compañeros en las clases presenciales”, asegura.
Sobre el regreso a clases presenciales, para el docente, si bien es importante para fortalecer las habilidades socioemocionales de los estudiantes; para que se pueda aplicar de forma gradual se deben, primero, darse las condiciones necesarias de salud, así se puede prevenir una ola de contagios en las instituciones educativas.
