“Si no lo hacemos ahora, no lo vamos a hacer nunca”. Con esa frase, Martha Donyare Hart y Paula Riolo empezaron a empujar la rueda de Bechamel hasta convertirla en lo que es ahora: una cafetería online. Desde pedidos individuales hasta corporativos al estilo catering, este emprendimiento lo hace todo.
Paula nos cuenta que la idea lleva años preparándose, cosechándose. Tanto madre como hija siempre soñaron con ser dueñas de su propia cafetería porque les encanta el café. En agosto del 2020, en medio de la pandemia, decidieron arriesgar y lanzaron Bechamel. Las redes sociales fueron sus aliadas y con ayuda de las recomendaciones de sus primeros clientes, fueron creciendo.
Empezaron ofreciendo únicamente postres. ¿El concepto? Nada puede estar mal si tienes un postre en la mano. Poco a poco ampliaron su carta y, actualmente venden dulce y salado. Solo por mencionar algunos: pastel de acelga, de choclo, lasaña, pastas, empanadas, torta de chocolate, 3 leches, pie de limón, de manzana, galletas, entre otros.
Este sueño que comenzó en una casa de Talara, ha cambiado su sede a Piura de forma permanente. Sin embargo, la excelencia en la calidad y el servicio sigue siendo el mismo.
El ingrediente secreto
Una cualidad que destacan las fundadoras de Bechamel es el amor con el que preparan cada plato. “Siempre que preparamos algún pedido es un momento especial porque disfrutamos el tiempo juntas”, explica Paula.
Una facilidad que tuvieron con su emprendimiento fue que ambas aman cocinar. Aprendieron de diversas formas, principalmente gracias a su mamá (en el caso de Martha), a su abuela paterna (en el caso de Paula) y a los tutoriales de YouTube. A pesar de que ambas saben de todo, prefieren dividirse para los pedidos. Así, Martha se encarga de los platos salados y Paula de los dulces.
Mensualmente reciben un promedio de 15 pedidos grandes que incluye tortas y diferentes bocaditos; y a la semana 10 a 12 pedidos pequeños que pueden ser galletas o empanadas, por ejemplo.
A paso lento, pero seguro
A punto de cumplir su primer aniversario, Bechamel se encuentra encaminado. “Está andando. Sabemos que el camino es lento, que demora porque este rubro es muy competitivo. Así que vamos lento, pero seguro”, comenta una de las fundadoras.
En cuanto a los planes a futuro, su sueño es abrir su propia tienda física y cada vez están más cerca. Actualmente están en el proceso de formalización y buscando el lugar ideal para instalarse.
La pandemia le dio una oportunidad a Bechamel. Si bien siempre estuvo entre las metas tener una cafetería, la llegada del COVID-19 a nuestro país puso en perspectiva todo. El ”algún día” que mencionaban Martha y Paula cada vez que conversaban sobre la idea de este negocio, se convirtió hoy en parte de sus vidas.
El autor del libro El Principito, Antoine de Saint-Exupéry, dijo una vez: “Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad”. Eso es lo que hicieron con Bechamel. El sueño de toda la vida se está cumpliendo.
