Desde su razón de ser hasta el significado de su nombre, Amélie Checca es una marca que busca revitalizar la artesanía piurana a través de la creación y personalización de carteras y sombreros hechos a mano.
Una marca con un propósito bien definido que nació en Piura y planea expandirse a otros países.
De un pedido personal a un emprendimiento
Maria Fernanda Checca Seminario, dueña de Amélie, nos cuenta que siempre ha sido una emprendedora y ha tenido un gran gusto por los sombreros y la artesanía cataquense, pero no fue hasta hace 4 años que este interés se materializó.
En diciembre del 2017, recuerda haber visto un sombrero en una revista que le encantó y, sin más, decidió mandarlo a hacer a una artesana que conoció en una de sus tantas idas a la feria artesanal de Catacaos.
Una vez listo, Maria Fernanda lo personalizó con su nombre, le tomó una foto y la subió a sus redes sociales personales. Ese fue el comienzo de todo. Varias personas le preguntaron si lo vendía y en ese momento decidió hacerlo.
Ese mes tuvo su primera clienta y poco tiempo después empezó a hacer más sombreros, tomar fotografías y subirlas a la página de Amélie.
¿Y por qué Amélie? Maria nos explica que es porque su significado en francés está relacionado a la mujer trabajadora y eso es justamente lo que quiere potenciar.
Hoy en día, ofrece productos como sombreros, bolsos y mochilas, cuyos precios oscilan entre los 40 y 75 soles, dependiendo del diseño y tamaño que escojan los clientes.
La familia de artesanas con la que trabaja son las encargadas de elaborar el producto y una amiga de Maria Fernanda y ella, se dedican a personalizarlo, ya sea pintándolo o bordándolo.
El éxito de su negocio: la publicidad boca a boca
En los primeros meses, lograba vender hasta 10 sombreros al mes, pero cuando su marca se posicionó en Piura y despegó, alcanzó los 100 o 200 productos vendidos.
Cuenta con mucha alegría que lo que la ayudó bastante ha sido la publicidad boca a boca por parte de sus clientes, quienes le cuentan a sus amigos sobre la marca y estos, a su vez, a más conocidos y familiares.
“Los clientes me ayudan mucho porque llevan sus productos a donde sea que viajen y me envían fotos de ellos desde distintos puntos del Perú y del mundo. Entonces ellos se convierten en un embajador de la propia marca”, indica.
Un alto por la pandemia
Como a miles de emprendedores, la pandemia afectó a Amélie porque gran parte del uso de sus productos eran en viajes, paseos a la playa o simplemente salidas a la calle, pero debido a la cuarentena esto no era posible.
Sin embargo, lejos de quedarse sentada con los brazos cruzados, Maria Fernanda se unió a otros emprendedores para compartir sus marcas y proyectos, y se dedicó a trabajar más en la imagen de Amélie, mejorando su presencia en las redes sociales.
Después de varios meses bajos, Amélie está volviendo con fuerza y en proceso de recuperar las ventas.
De Piura para el mundo
Segura del potencial de su marca, esta emprendedora de 26 años asegura que Amélie tiene para rato. El próximo mes su marca estará registrada en INDECOPI y se prepara para el lanzamiento de una nueva colección.
Además, está en conversaciones con aliados en Bolivia, Brasil y EE.UU. para vender sus productos allá; y asegura que pronto podrán encontrar sus diseños en los centros comerciales de Piura.
¿Qué lección le daría a los emprendedores? “Yo les diría que se animen. Si no te lanzas, ¿cómo vas a saber si ganarás o no? Inténtalo porque si no lo haces tú, vendrá otra persona que tendrá la misma idea y lo hará”.