Un muralista que lleva el arte en la sangre. Esta es la historia de Jerson Jiménez

Por Jonathan

A sus 24 años, Jerson Jiménez ha probado distintos tipos de arte, desde ser escultor, pintor y tatuador, hasta ser muralista.

Desde pequeño, siempre ha sabido que el arte es su pasión, pero recién desde hace 5 años empezó a utilizar las paredes y muros como su lienzo y forma de expresar sus ideas.

Él mismo se describe como nómada o “mochilero” porque le encanta viajar y comenta que adonde sea que vaya, siempre trata de dejar algo de él.

Hasta la fecha, ha podido pintar en Zorritos, Los órganos, Máncora, Sullana, Miraflores, entre otros lugares, y no tiene pensado parar.

El arte de pintar en las paredes

Este artista de Sullana, cuenta que desde los 7 años el arte ha sido una parte importante de su vida.

Inició ayudando a pintar fachadas de casas y luego a los 16 o 17 años probó con la escultura. Posteriormente, se adentró en el mundo de los tatuajes y la pintura en los cuadros para, finalmente, enamorarse de los murales.

Jerson inició ayudando a pintar fachadas de casas, luego probó con la escultura y terminó enamorándose de los murales.

La temática que usa es el “realismo”, el cual consiste en tratar de captar las expresiones a detalle para que el resultado sea lo más parecido o fiel a la realidad. Como explica él, “mientras más real, mejor”.

Para ello usa una paleta de colores bastante amplia, sobre todo para los rostros, donde mezcla tonos de rojo, verde y marrón.

En cuanto a la técnica, Jerson mezcla el uso de elementos más comunes como las brochas con el aerosol o grafiti para darle un aspecto más interesante y único a sus pintas.

Esto le ha servido para trabajar en distintos comercios como hamburgueserías, panaderías, cevicherías, pollerías, hospedajes, reposterías.

Tanto ha gustado su arte, que ha pintado hasta en cuartos de niños y ha hecho trabajos especiales para personas que le pedían hacer retratos de algún familiar difunto como forma de recordarlo y homenajearlo.

El mundo como crítico de su arte

Algo que Jerson ha aprendido al pintar en lugares abiertos al público es que “cuando uno pinta en la calle, tiene como crítico a todo el mundo”.

Esto le ha servido para ser más exigente con su trabajo y aprender a aceptar tanto las buenas como las malas críticas, pues a fin de cuentas ayudan a uno a mejorar.

El trabajo de Jerson se ha reflejado en hamburgueserías, panaderías, cevicherías, pollerías, hospedajes, reposterías, entre otros negocios.

Su trabajo también lo ha llevado a conocer a mucha gente proveniente de realidades diferentes y de otras ciudades y hasta países también.

Al preguntarle sobre sus planes a futuro, Jerson es directo al decir que su prioridad será seguir pintando hasta que no pueda hacerlo más.

Adicionalmente, quiere abrir su propio taller de tatuajes, que es algo a lo que continúa dedicándose en sus tiempos libres.

Si algo aprendió desde que comenzó esta aventura es que “si hay algo que te gusta y te nace hacerlo, no debes dudar en continuarlo porque mientras más lo amas, más te llenará”.

Jerson anima a las personas a no ver el trabajo como un negocio, sino a hacerlo por pasión.

Related Posts