Con tan solo 19 años, Miguel Paz García, es fundador y propietario de dos emprendimientos en Chiclayo: “El huevero” y “Coffeecix”.
Gracias a su excelente trato con sus clientes, la confianza que les brinda y los detalles que tiene con ellos, Miguel ha ganado ya terreno entre las familias de la región.
Vio una gran oportunidad de negocio en la venta de huevos y café orgánico y decidió arriesgarse vendiendo primero en las calles y, posteriormente, en las redes sociales.
A pesar de que durante la pandemia tuvo que detener sus actividades, pudo retomarlas y hoy en día ya se acerca a los 4 mil seguidores en la cuenta de Instagram y Facebook de ambas marcas.
El inicio de esta aventura
Paz cuenta que desde pequeño una de sus pasiones es vender y siempre le ha interesado la economía por ser una ciencia básica que mueve los mercados.
A fines del 2018, empezó a vender huevos de la reconocida empresa La Calera porque se dio cuenta de que eran un producto de necesidad básica.
Poco a poco fue creciendo la demanda y decidió ofrecer sus productos no solo a los consumidores finales que son las familias de la región Lambayeque, sino también a minoristas, ofreciendo jabas con 30 huevos hasta 720 y a precios muy accesibles en el mercado.
Posteriormente, decidió apostar por un nuevo rubro: el cafetalero.
En julio del 2019, como parte de un proyecto universitario dentro de la carrera de Negocios Internacionales, realizó una investigación sobre el mercado del café y descubrió que este sector es muy desarrollado en la sierra, en lugares como Jaén, Cajamarca y San Ignacio.
Al ser una persona empírica, Miguel se esforzó por materializar su trabajo y lo logró con “Coffeecix”, un emprendimiento que ofrece café orgánico tostado y molido proveniente de la sierra (provincia de Chirinos) y la selva (Toribio Rodríguez de Mendoza), así como café de exportación que cuenta con un certificado internacional.
El emprendedor comenta que en la venta de huevos tiene un promedio de 15 a 20 pedidos semanales, de los cuales el 25% pertenecen a clientes fieles y el porcentaje restante (75%) a nuevas personas que vieron el perfil del “Huevero” en las redes sociales.
Un emprendedor diferente
Miguel indica que su punto fuerte y una de sus principales fortalezas es la confianza que transmite al consumidor final al mostrarse como un joven emprendedor y un estudiante universitario.
Además, sostiene que las personas normalmente venden por vender, a diferencia de él, para quien la venta es una experiencia.
También considera que construir sus marcas pensando en la realidad, ha sido de mucha ayuda.
“Considero que lo que marcó el éxito de mis emprendimientos ha sido basar mis ideas en la realidad, sin pensarlo mucho. Lo mejor es la experiencia y la perseverancia, optimismo y humildad que uno tiene para ascender”.
En el mercado cafetalero en concreto, analiza que la competencia son las cafeterías, pero él se describe como un distribuidor o intermediario de café para pasar que busca llegar a las familias amantes de este producto.
Haciendo una pequeña reflexión sobre sus inicios, él sostiene que ha aprendido a ser eficiente, manejando mejor el tiempo, captando rápido a los clientes y logrando vender más.
Como metas a corto plazo, planea seguir creciendo en sus redes sociales, mejorar el servicio de huevos y café y darle un empaquetamiento más exclusivo; y a largo plazo quiere tener un nicho de mercado más grande y sueña con construir una gran empresa e internacionalizarse.
Al igual que él lo hizo, Miguel invita a los emprendedores de todo el país que hagan sus ideas realidad diariamente y que se arriesguen. Finaliza con la frase “Carpe diem”, que significa aprovechar el momento presente sin esperar el futuro.