Las hermanas Chavelly, Gloria y Erika Saavedra Merino son las socias y dueñas de Glovely, emprendimiento que empezó con una mesa en el mercado de Sullana y hoy ya tiene un local propio de 4 pisos y donde no solo vende calzado, sino también ropa y accesorios llenos de color y tendencias.
Glovely se define en dos rubros: Latina y el otro que tiene calzado, ropa y accesorios. En Latina ofrecen venta por catálogo de sandalias tipo chanclas. Mientras que en el segundo rubro ofrecen productos de diseños únicos, hechos por manos peruanas y a muy buen precio.
De tal palo, tal astilla
“Desde que era niña crecí con la idea de formar un negocio, ya que vengo de una familia progresista. Papá siempre me llevó a trabajar con él en su puesto de carne, desde los 12 hasta los 20 años”, asegura Chavelly.
Fue así como desde la secundaria estaba segura de que quería estudiar algo relacionado con los negocios y así, se licenció en Negocios Internacionales. La travesía en Glovely comenzó cuando un familiar enseñó a Gloria y Chavelly un catálogo muy novedoso de sandalias a bajo precio.
Así, las hermanas tomaron 7 pares y pasaron la voz a amigas, vecinas y familia. Con estos modelos hicieron pedidos y cobraban el 50% por adelantado. “Nos pusimos horarios para recorrer nuestros catálogos, para recoger mercadería y ordenar, fuimos muy aplicadas en eso”, recuerda Chavelly.
Así, lograron un primer pedido de 200 pares y continuaron igual por 3 meses. No obstante, un buen día se quedaron sin personas para pasarles la voz. Entonces, como ambulantes, tomaron una mesa, un mantel y se posicionaron en el mercadillo de Bellavista para trabajar.
Se levantaban 5:00 am y se iban a las 6:00 pm. Las compras ya eran semanales de 300 pares de sandalias. Al cabo de un año compraron un puesto dentro del mercado. Empezaron a abrir casi todos los días, de martes a domingos. Un año más tarde abrieron una sucursal con Erika, pero seguían solo con Latina.
Actualmente compran más de 10 000 pares mensuales y a veces un poco más.
La aventura de diseñar calzado
Aunque a Latina le iba muy bien Chavelly quería algo más: crear su propia marca en un producto. Estudió diseño de calzado en Lima y en 2019 nace Glovely incluyendo calzado de color, tendencia, moda y comodidad.
Con mucho esfuerzo y ahorro en el 2021 compraron un segundo local, pero ahora más grande y con 4 pisos: en el primer piso se encuentra la tienda de Latina, en el segundo piso Glovely con ropa, calzado y accesorios, el tercer piso es para almacenes y el cuarto de oficinas.
Para todos brilla el sol
“Recuerdo que cuando teníamos 5 meses y aún éramos ambulantes llegó una persona que quiso también distribuir las sandalias que nosotras también vendíamos, no me pareció mala idea pues para todos sale el sol, pero definitivamente no sabía lo que venía”, manifiesta Chavelly.
Las clientas se iban a su almacén, que estaba muy cerca de donde se encontraba el negocio de las hermanas Saavedra. Sabían que debían hacer algo, pero un almacén costaba 30 mil soles, cuando ellas solo tenían 16 mil. “Le pedí ayuda a mi papá y él nos prestó 20mil soles por eso siempre digo que mi papá es mi roca, el que me sostiene”, dice Chavelly.
Como nada detiene a estas hermanas, la pandemia tampoco pudo. Pese a que les tocó muy duro y tuvieron que cerrar sus dos tiendas en el mercado su estrategia cambió para mejor. Abrieron su local en Sullana y empezaron a vender ropa económica de modelos únicos a bajo precio.
De esta forma, llegan por la ropa y sale con calzado o accesorios. Así, superaron esta gran dificultad que tocó a miles de emprendedores peruanos.
El éxito llegó al año y medio de inaugurar y, abriendo a las 9:00 a.m. se daban cuenta que las clientas ya las estaban esperando desde las 8:00 a.m. para hacer sus pedidos. A futuro esperar expandirse en Piura, Talara, Arequipa e, incluso, exportar a Ecuador.